El hombre puede controlar todo aquello que él ha creado, un plato, una bomba, un avión, todo lo que haya sido imaginado, creado y producido él puede controlarlo, pues sabe la receta con que lo ha hecho... pero nunca podrá hacerlo con su humanidad y la naturaleza... pues es obra de Dios y solo él conoce esa receta...
Así vagamos en el mundo con la necesidad de crear nuevas cosas cada día para sentirnos seguros y construimos un mundo completamente artificial... Somos el animal encerrado por su propia voluntad!
Somos la raza con menos derecho a la existencia, porque no podemos vivir en ella en su plenitud, no podríamos sobrevivir separándonos de aquello que nos es propio.
Nuestra insignificancia nos llevó a creernos dioses de un mundo inventado y por eso somos dioses de la eterna infelicidad...