miércoles, 9 de abril de 2014

Mama fueron pocas las caricias pero justas para poder sentir lo que es el amor. Caricias en momentos importantes, desinteresados, naturales, espontaneos y dulces. Jamás habrá en otro lado mayor suavidad y ternura en un cariño como el tuyo.Sos tronco, pilar, agua, energía, fuerza, valentía orgullo de tus hijas con respecto a luchar en la vida. Entrega, fortaleza y  humildad.
He fantaseado con mi muerte por lo menos una vez por día, cada vez ella se torna menos terrorífica, catastrofica, angustiante o desesperante. He muerto en rutas, en ascensores, en la calle asaltada o chocada por un auto, he muerto despues de una violacion, después de un temblor o de un paro cardíaco. Ninguna muerte es creativa pero si real. Saber morir disminuye el temor a la pérdida o a la inexistencia. Después de todo para poder morir primero debo existir.
Luego de estos pensamientos quizás muy depresivos para algunos, pasa por mi cabeza otra idea: Sigo aquí. Qué es lo que tiene sentido después de de saber la muerte ? La vida se hace mas liviana, los compromisos, estructuras, legalidades sociales carecen de cuerpo y sentido. Mi insignificante ser frente a tan poblada tierra no merece sacrificarse obedeciendo  lo que no cree valedero. Mi insignificante alma, me vale mas a mi  que a ti.

lunes, 7 de abril de 2014

Abuelo qué querrá esta vida de mi, el camino me lleva a tu casa pero temo no estar preparada para visitarte. Espero que cuando llegue me recibas con felicidad y alegría. Tatata últimamente apareces mucho entre la música que me envias para escuchar por medio de otras personas y espero que lo que quieres que haga por ti lo logre...
No creas que no te estoy escuchando o entendiendo. Tenemos misma sangre, tierra y cuero.
Cómo vivir la vida sin los condimentos aquellos que le dan sabor y quedan impregnados en la memoria como un buen recuerdo. Como aquel vino que fue saboreado y desgustado con una buena compañia en un noche fresca cerca de un fuego.
Cómo no querer vivir si caminar por un parque puede llenar mi alma con sólo sentir el armo al pino.
Y malditas palabras y mediocre mi imaginación que no pueden describir lo que por mi pecho siento, lo que por mis sentidos vivo.