Caminaba en el desierto un soldado bajo en sol de la mañana que quemaba la arena... y sus pies ardian, llenos de ampoyas las cuales se rompian por la friccion de la caminata. Los rayos llegaban a sus labios llagados desesperados por agua.
El paisaje no era prometedor, kilomentros y kilometros de pura azucar negra, pero el soldado seguia caminando, parecia como si estuviese mirando un cuadro por horas viendo que lo que estaba nose iba a modificar. El viento a veces violento, movia el azucar armando pequeños tornados de los cuales no tenia como protegerse de aquellos granos que lastimaban su piel.
La mañana se hacia siesta, siesta tarde y cayo la noche, el soldado agotado sin fuerzas ni energias, se acomodo en una piedra con el permiso de un lagarto y espero que las nubes se llenasen de agua y griten entre truenos y relampagos que tienen el poder de la vida...Asi el soldado trato de recuperar fuerzas para prepararse para el cuadro del dia siguiente.
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