Laspalabrasse han quedado sin letras al encontrar en las venassentimientos depena.Eh visto a la pielgritar soledad y a los ojos volverse noche por la envidia y el deseo incontenible del material incontrolable que es hijo del hombre, no de la vida.
Heme aquí oh Dios mio! en un mundo que no es el paraíso que me diste... porque hemos perdidoelrastrode la verdady labondady hemos comprado elreflejo del cerdo revolcadoen su propia mierda, alimentados de la basura y perdiendo la cordura.
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