Me descubrí encontrando
la excusa perfecta para dejarte.
Me desperté de un sueño. Estuve dormida por
casi 8 meses. Abrí los ojos y las lágrimas corrían sobre mis acaloradas
mejillas. Lo había recordado todo con tanta claridad y nitidez y me pregunté:
qué había pasado conmigo, dónde estuve.
Mi mente empezó
acomodando escenas de mi pasado, actitudes mías, situaciones, eventos,
palabras, charlas. Y recordé aquello que te dije: Estoy confundida y necesito
un tiempo para acomodar mis ideas. Estaba claro y ahora veo que fue demasiado
el tiempo que me tomé.
Encontré la excusa
perfecta para cortarte porque de esa manera no iba a tener que lidiar nunca mas
con el compromiso que implicaba tenerte en mi vida. Porque creo que realmente fuiste la persona con quien
más tuve miedo de tener algo pero con la que mas me sentí cómoda. Con vos lo podía
y lo era todo. A tu lado era yo misma.
Jamás dejé de amarte, sólo
que debía causarte el menor daño posible mientras resolvía un fantasma del
pasado, y para cuando ya empezaste a salir con otra persona, yo debía correrme
de tu vida.
Me hago cargo y asumo toda
la responsabilidad de tu dolor. Qué mas podía hacer? Si no sabía que pasaba
conmigo, de qué otra manera podía perjudicarte menos?
Si supieras que no he
sentido felicidad plena en todo este tiempo, te haría mas feliz? Si entendieras
que mis intenciones, cada una de ellas fue en post de buscar la solución que
trajera menos dolor…
Me ves como un monstruo. Soy
aquella bruja que te enamoró una vez y pensas que jugué con tu corazón y tu
mente. Pensas que me reí en tu cara, que jugué con vos. Entiendo eso, a veces
buscamos vestir a nuestros seres queridos de harapos para que no duela tanto.
Me di cuenta de algo jo,
me di cuenta que el sentirme que con vos podía formar algo serio y fuerte, me
daba miedo. Soy una cobarde.
No sé como explicártelo,
pero tuve y tengo miedo. Miedo a que fracasáramos, porque yo era el problema y
no sabía como, ni qué hacer conmigo. Miedo a que me dejes, miedo a que no me
entiendas aquellas cosas que te conté después de cortar, miedo, miedo, miedo…
Nunca la vida me puso en
una situación en donde realmente deba ponerle el pecho a la bala, mas que la
facultad. Mis antiguos noviazgos fueron una excusa en mi vida para no hacerme
cargo de que en algún momento debería hacerme cargo de lo que me pasaba, me
puse la venda en los ojos por muchos años y te hice responsable de ello. Te pido
perdón…
Lamento la lagrimas de te
hice derramar, lamento el no haber podido madurar con mas rapidez, lamento
tener miedo ahora por escribirte la carta, y desearía con muchas ganas que me
pases un poco de tu valor para seguir adelante cuando las cosas no van como uno
las desea. Quisiera tener el valor para poderte decir esto en la cara…
Mi intención jamás es
dañarte, esto no es para que te pongas mal, solo es para decirte que a pesar de
todo el miedo que tengo, te amo. Nunca dejé de amarte…
Y que con la única
persona que estoy dispuesta a luchar contra ese miedo y destruirlo es con vos.