No te veo, he cortado el
cable que me mantenía conectada…
No te veo, porque desee
por mucho tiempo no dejarte de amar, pero el tiempo se cobró lo que le debía…
No te veo, porque lo
decidí. Decidí dejar de lamentar, dejar de tratar de entender que hice mal…
No te puedo ver porque mi
corazón llora, mi mente te recuerda tan fiel y mi cuerpo te sufre y te extraña…
Mi mente es macabra, ella
lo sabía desde antes que todo esto pasase… Ella lo sabía, yo lo sabía y mi
cuerpo era el único que me decía que estaba equivocada.
No puedo darme el lujo de
volverte a lastimar y a dañarte. Tengo temor a no poder construir algo con vos,
por eso no te busco, porque no se si seré capaz de poderlo sostener…
Mi mente me engaña,
trastorna y no puedo fiarme de ella. Tengo miedo a jamás poder alcanzar algo
bueno con alguien, porque no puedo comprometerme, porque soy más cobarde y
prefiero jugar al amor, que verme casada…
¿Quien lo diría no? Una
mujer quien teme al amor, al compromiso…
No es resentimiento, esto
va mas allá de lo que las emociones puedan decir de mi, tiene que ver con mi
forma inconsciente de sentir lo que las relaciones son.
¡Cómo me hubiese
encantado haber previsto las cosas antes! ¡Cómo me hubiera gustado saberme
segura, entenderme mas, poder leerme entre líneas y escucharme!
Me estaba diciendo a mi
misma qué dolor tan grande te estas causando, y ya no va a haber vuelta atrás,
y fue así.
Debo dejarlo como una
experiencia? Debo ir tras él? Debo seguir con mi vida?
No debo hacer nada más
que esperar a que si un día decide verme de nuevo decirle lo mucho que lo
estuve esperando…
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