martes, 28 de mayo de 2013

Recuerdo tu mirada, y aquellos ojos desde el primer día que te vi, no han cambiado.
Cada vez que mi mente vuelve a ellos siento lo mismo, paz, comprensión, armonía. Me reconociste? Te reconocí? Eramos tan parecidos en el cielo? Te vi y tu alma junto con la mía se imprimieron, como si el mundo hubiese estado esperándonos, como si todos los coros de ángeles aquella noche, festejaban nuestro encuentro acá en la tierra.
Creo que éramos tan perfectos que la envidia que generamos nos rompió y yo no pude sostenerme sola y me venció la superficialidad de esta ciudad. Si algún día nos volvemos a encontrar porque los ángeles quieren joda y fiesta otra vez, espero que no lo echemos a perder. Ambos somos muy inteligentes y teniendo la capacidad de ver las cosas objetivamente, espero que confiemos mas en nosotros o por lo menos yo pueda confiar mas en lo que construimos bajo tierra. Digo bajo tierra porque nadie nunca pudo ni siquiera acercarse a entender lo que juntos somos y podemos ser, no tienen una idea de lo maravilloso que fuimos. La gente solo se quedaba a ver los fuegos artificiales y nosotros estábamos jugando a hacerlos, teníamos todas las condiciones, los condimentos necesarios para hacerlos a nuestro gusto y paladar.
Recuerdo tus manos y tus abrazos 
Debo reconocer que muchas veces naturalice muchas de tus actitudes, y debes reconocer que vos me malcriaste demasiado. Debo reconocer que no puedo despegarme de tu lado y debes reconocer que te gusta besarme mientras descanso… Debemos reconocer que es cierto que el tiempo ha pasado y estamos estado físicamente distanciados, pero jamás nos hemos despegado.
Debo reconocer que cada vez que te pienso en mi vida y que cada vez que he compartido espacios con vos siempre me sentí apoyada y tranquila.


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