¿Apresurados? ¿Adónde van? ¿Qué camino es el que sigues que es necesario que vayas tan rápido?
¿Acaso los ocasos y amaneceres perdieron su magia y dejaron de tener importancia?, ¿acaso no hay nada en este paisaje que te haga disfrutar?
Acelerado vas, vamos, somos muchos, ¿somos todos? ¿Acaso no hay corazón que caliente o abrigo que te cuide? ¿Qué rumbo tomas que deseas tanto la muerte? ¿Hace cuanto no sientes el frio piso o el pasto con los pies descalzos? Allá vamos, rápidos y frustrados porque nada nos completa ni satisface. Competencia en vano…
¿A qué o a quien persigues? Lo queremos todo, lo tenemos todo y no tenemos nada. ¿Qué necesitamos? ¿Realmente lo necesitamos?
Recuerdo que cuando era chica, podía describir hasta el mas mínimo detalle de mi casa, la hacia mía sabiendo que solo yo la conocía tan bien, que solo yo sabía cada mancha, ralladura, escritura en la pared, mesa o sillas, porque cada detalle llevaba en su interior la historia impresa de mi familia, de mi experiencia, de mi crecimiento. Hoy no puedo decir lo mismo, porque las sillas son rápidamente reemplazadas por unas nuevas y no sólo eso, veo que las personas también lo son. Ya no se cuida la historia que se tienen con los que nos rodean. Muerte a la memoria, al pasado, al presente y rápido vamos al futuro…
Yo no quiero eso para mí ¡Quiero que mi tiempo este regido por las historias que vivo cada día, empapadas de detalles y sensaciones! Y que eso lo sea todo en esta fantasía. ¡Le digo basta a la carrera del tiempo! Cada nueva historia vivida, persona conocida o experiencia tenida, debe ser aprovechada desde la semilla, debemos verla crecer y acompañarla en todo su pasar y ellas a nosotros también a tal punto que el lazo que se puede llegar a lograr sea tan fuerte, que pueda ir por fuera de esta vida loca.
Ya no es necesario que llores sin saber porque, solo debes detenerte y ver…
Ya no es necesario que te sientas solo, lo único que debes hacer es aprender a conocer y querer…
Ya no debes estar triste, porque sabes que todo va a cambiar, ya que la vida misma te enseño que nada permanece o acaso el árbol sigue siendo el mismo después de 10 años…
Quiero nostalgias, alegrías y quiero tener mi vida en mis manos. No somos todos tan diferentes como creemos, somos como aldeanos, retrasados en la evolución del alma.
Mis intenciones no son decirte como debes vivir tu realidad, solo te muestro que existen otras salidas, otras medidas que puedes tomar.
No quiero un mundo perfecto, solo un alma tranquila consigo misma…
No hay comentarios:
Publicar un comentario