Quiero mi vida de vuelta, y cuando te das cuenta ya no es tuya, no fue tuya a partir de que la compartiste con otro, porque te modifico. La soledad no nos ayuda a reconstruir nuestra vida, sino, a planearla desde un nuevo espacio, un nuevo prospecto de vida, es un “volver a nacer” como una nueva semilla que va creciendo en nuestro interior.

Querer la vida de uno de vuelta, seria pedir que todo vuelva a pasar y se mantenga, pero cuando eso ya no es una solución, nos encontramos plasmados de sensaciones que parecen no tener remedio ni salida, en realidad el sufrimiento parte de la idea de que no podemos vivir sin el otro, y es que pasamos mucho tiempo tratándolo de conocer y ellos a nosotras que creamos una vida fantástica llena de proyectos y nuevas formas de vivir, cuando eso se pierde, creemos que nos perdemos a nosotros también, pero hay algo que no consideramos, que siempre fuimos nosotros y nuestro compañero, un compañero de vida, que puede durar por siempre como no.

La vida debe plantearse desde la individualidad y la humildad, es decir, por cada relación que tenemos con un otro, cuando nos separamos, deseamos que eso nunca haya existido, cortando partes de nosotros, fracturándonos, como sacar las hojas de la cebolla hasta que ya no queda nada. Cuando digo que debemos ser individuales, debemos aceptar la vida que compartimos con todos los seres que nos rodearon, tolerando los fracasos y las vergüenzas. Pero para eso debes conocerte, debes aprender a apreciarte y saber que nada podrás controlar, y siempre hay algo de azar en esta vida, deberás aprender a conocer tu personalidad, tus reacciones, a aprenderte a querer. La humildad pasa por no ser absoluto, por no dedicarte a la absoluta soledad, y es que sin un cualquier otro como ser, madre, padre, hermanos, amigos, amores, etc. el hombre viviría condenado. Encontrar la puerta, la salida a situaciones, es tratar de encontrarle un sentido a nuestra vida, es dejar que nuestra persona de ayer, de hoy y de mañana tenga una cadena de relaciones que la hagan única y no cortada y limitada. Volver a empezar desde el sello personal que tenemos y no desde la absoluta nada será nuestra meta