Enemiga soy de mi misma, enemigo eres de vos mismo. ¡De nosotros no escapamos! Nervios que controlan tu cuerpo, mente que aumenta y fomenta tus inseguridades ¡Cómo poder controlar semejante bestia! Está en todo momento, esperando, alimentándose de hasta el más mínimo error para llevárselo todo, ¡Te llevas todo! Nos modificas por completo, hasta nos cambias el humor. Ya no importa el público, sino puedes manejar lo que es tuyo. Ya no importa aquella palabra alentadora que nos dan, porque ensordece mis oídos o mudas su voz y ahogas el abrazo. Es tuyo, tú lo generaste, le diste vida y ahora libertad para todo lo que quiera de ti. Destruye lo bueno, vos! Algunos tratan de apaciguarla con alcohol, cigarros u droga, pero ahora ya no sólo están dominados por aquella sombra sino, que ahora dependemos de otra cosa ¡Doblemente aprisionados! No somos completamente libres ni independientes.
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