Sino no soy más de lo que debería, es porque en ese debería no soy. A las reglas de mi vida las hago yo. Pueden no ser prudentes, justas o adecuadas para el paladar general, pero eso no es lo que tengo planeado. No tengo planeado llevar una vida frente a una estructura que desconozco sus causas, aunque veo sus frutos. Pretendo armar mi sistema.
Dios guíame en este camino desconocido, cuídame y bendíceme, porque por ese sendero es la primera vez que paso y todos me hicieron a un lado. No pueden acompañar a alguien que no sabe a dónde va, ni como van a llegar. No los juzgo, no cualquiera es libre para optar o desear cosas que están por fuera de su sistema.
Recuérdame señor que me naciste para ser buena y dar el ejemplo. Que este camino no me separe de tu encuentro, y en cada paso déjame hacerte sentir orgulloso de mi.
Tú lo hiciste, caminaste y hablaste por lugares que nadie antes se animó y en tus palabras dejaste las ganas de cambiar y removiste el alma de quien te escuchaba… Eso quiero hacer yo señor. Ser ejemplo y en cierto modo sanación.
Acá la viajera está perdida…
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